Anthony Blunt
Bandera
Anthony Blunt
Espía
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1934 - 1945

#131

Anthony Blunt

Nacimiento:
26/09/1907
(Bournemouth, Reino Unido)
Fallecimiento:
26/03/1983
(Londres, Reino Unido)

Espía

1934 - 1945

Anthony Blunt fue una de las figuras más enigmáticas y controvertidas del espionaje durante la Guerra Fría. Miembro del infame «Círculo de Cambridge», un grupo de jóvenes británicos reclutados como espías para la Unión Soviética en la década de 1930, Blunt utilizó su posición privilegiada en la sociedad británica para filtrar información sensible a Moscú durante décadas. Este círculo, que incluía a personajes como Kim Philby, Guy Burgess y Donald Maclean, fue uno de los mayores logros del KGB en su estrategia de infiltración en Occidente, logrando colocar a agentes soviéticos en las estructuras más altas del poder británico.

Blunt fue reclutado mientras estudiaba en la Universidad de Cambridge, en un momento en que el comunismo ejercía una fuerte atracción entre los intelectuales jóvenes desencantados con el fascismo y el capitalismo. Durante la Segunda Guerra Mundial, trabajó en el MI5, el servicio de inteligencia interna británico, donde tuvo acceso a información clasificada que compartió con la Unión Soviética. Entre los datos más relevantes que entregó se encontraban planes militares aliados y detalles sobre la contrainteligencia británica, lo que proporcionó a los soviéticos una ventaja estratégica crucial durante el conflicto.

Tras la guerra, Blunt adoptó un perfil público de erudito y académico. Se convirtió en uno de los historiadores de arte más destacados del Reino Unido y fue nombrado conservador de las colecciones reales en 1945, cargo que desempeñó hasta 1972. Su acceso a la familia real y a los círculos más altos del poder británico le permitieron mantener su doble vida sin levantar sospechas. Sin embargo, a principios de la década de 1960, las deserciones de otros miembros del Círculo de Cambridge, como Burgess y Maclean, comenzaron a exponer las actividades del grupo. En 1964, Blunt confesó sus actividades al MI5 después de ser confrontado con pruebas, pero se le otorgó inmunidad a cambio de su cooperación, lo que permitió mantener su secreto durante años.

No fue hasta 1979, cuando la primera ministra Margaret Thatcher reveló públicamente su identidad como espía, que el caso de Blunt se convirtió en un escándalo nacional. Esta revelación indignó a la opinión pública, no solo por la magnitud de su traición, sino también porque se le había permitido mantener su reputación y privilegios a pesar de sus acciones. Aunque había dejado de espiar mucho antes de su exposición, el daño causado por su traición permaneció como un símbolo de las vulnerabilidades del sistema de inteligencia británico durante la Guerra Fría.

Blunt murió en 1983, dejando un legado de controversia. Su caso no solo subrayó la sofisticación de la maquinaria de espionaje soviética, sino que también planteó preguntas difíciles sobre las lealtades personales y los dilemas morales en tiempos de conflicto ideológico.