#001
Harry S. Truman
Presidente
1945 - 1953
Harry S. Truman llegó a la presidencia de los Estados Unidos en 1945, en un momento de transición entre la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría. Durante su gobierno se tomaron decisiones clave que serían fundamentales en la configuración del incipiente conflicto global entre Estados Unidos y la Unión Soviética.
Una de las primeras decisiones que Truman tuvo que tomar fue la implementación del Plan Marshall en 1948. Esta iniciativa económica estaba destinada a reconstruir Europa Occidental, devastada por la guerra, y también a aprovechar la coyuntura para frenar la expansión del comunismo. Al fortalecer a los países europeos, Truman esperaba crear un muro de contención capaz de detener la influencia soviética.
Un año antes, Truman había materializado la Doctrina Truman, que declaraba la disposición de Estados Unidos para ayudar a cualquier país que luchara contra la ideología comunista. Con esta doctrina puesta en marcha en 1947, se decidió apoyar a Grecia y Turquía tanto económica como militarmente para contrarrestar la influencia comunista. Este fue el inicio de una política exterior estadounidense cuyo principal objetivo era contener el comunismo, un eje central de la acción de Estados Unidos durante toda la Guerra Fría.
Truman también fue esencial en la creación de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) en 1949, una alianza de Estados Unidos con los países de Europa Occidental. Esta alianza, concebida como un bastión contra cualquier ataque soviético en Europa, fundó una coalición militar que perdura hasta nuestros días.
Durante su mandato, Truman tuvo que tomar la difícil decisión de entrar en la Guerra de Corea en 1950, cuando la Corea comunista invadió a su vecina del sur, aliada de Estados Unidos. La participación en Corea fue la primera de las guerras “calientes” de la Guerra Fría, en la que las tropas de los bloques se enfrentaron directamente. Esta guerra demostró la determinación de Estados Unidos de usar todo su poderío militar para detener la expansión del comunismo, resultando en una costosa y prolongada confrontación que terminó en un armisticio en 1953, sin una clara victoria para ninguno de los bloques.
Truman también desempeñó un papel importante en la reconfiguración de la inteligencia y la seguridad nacional del país. En 1947, firmó la Ley de Seguridad Nacional, que reorganizó las fuerzas armadas y estableció la CIA (Agencia Central de Inteligencia) y el NSC (Consejo de Seguridad Nacional). La creación de la CIA marcó los primeros pasos hacia operaciones de espionaje que más adelante serían de extrema importancia en la lucha contra la Unión Soviética. Estas agencias buscaban garantizar que Estados Unidos estuviera preparado para combatir las amenazas del mundo polarizado que se estaba configurando.
Después de que la primera bomba atómica soviética explotara en 1949, poniendo fin al monopolio armamentístico nuclear estadounidense, Truman autorizó el desarrollo de la bomba H (de hidrógeno), mucho más potente y destructiva. Este movimiento colocó al mundo bajo la constante amenaza de aniquilación total. La doctrina de destrucción mutua asegurada (MAD) surgió como un pilar estratégico para evitar el uso de armas tan destructivas mediante la garantía de una respuesta devastadora.
Por otro lado, la administración Truman fue testigo de la creación de la AEC (Comisión de Energía Atómica de Estados Unidos), encargada de supervisar y controlar el desarrollo de la energía nuclear, tanto a nivel militar como en la exploración de usos pacíficos. Esto reflejaba la dualidad de la Guerra Fría: un mundo en el que el progreso tecnológico podía llevar tanto a la autodestrucción como a la prosperidad.
Todo esto estableció no solo las bases para frenar el avance del comunismo, sino también para configurar una infraestructura de seguridad e inteligencia que influiría en las decisiones futuras de Estados Unidos durante la Guerra Fría y más allá.